ESTRUCTURA LITERATURA Y SIMBÓLICA DEL CHILAM BALAM
NÚCLEO 4 PREGUNTAS GENERADORAS
I. TRABAJO INDIVIDUAL: ANÁLISIS ESTRUCTURAL DEL CHILAM BALAM (HERMENÉUTICA SIMBÓLICA)
1.1 Análisis literario: Antecedentes, etnografía, características, estructura narrativa, mensaje teogónico o cosmogónico, síntesis argumentativa del Chilam Balam, gráfico del texto,etc. Debe incluir el relato.
1.2 Análisis Simbólico: Debe hacer una muestra gráfica y expositiva de las características de la semiótica maya: origen, función alfabeto, numerología, astrología, signos, dólmenes, esculturas en piedra, colores, rituales, etc, de los símbolos mayas. Todos los gráficos deben tener pie de foto.
II. TRABAJO EN CIPAS: MITOLOGÍA LATINOAMERICANA
MITOLOGÍA INCA
CHILAM BALAM
Chilam
significa "el que es boca"; es decir, el que profetiza; los chilames
eran los sacerdotes que interpretaban los libros antiguos para extraer de ellos
profecías, el conocimiento de los hechos futuros. Para los mayas, el arte de profetizar
era posible porque creían que el tiempo era una sucesión de ciclos cósmicos y
que los acontecimientos, dependiendo de estos ciclos, podían repetirse. Así, a
los chilames se les consideraba intérpretes de los mensajes de los dioses.
Balam significa
"jaguar" o "brujo", y es, en realidad, un nombre de
familia. Se dice que Chilam Balam fue un taumaturgo, un sacerdote del pueblo de
Maní que vivió poco antes de la Conquista y que tenía gran reputación como
profeta. Cuentan que junto con otros sacerdotes, llamados Napuctun, Al Kauil
Chel, Nahau Pech y Natzin Yubun Chan, predijo la llegada de una nueva religión;
tras la Conquista, esto se interpretó como un aviso de la llegada de los
españoles y del cristianismo.
Generalmente,
las profecías se encuentran en los libros sagrados; de ahí derivó el llamarles
genéricamente chilam balames. Cada poblado escribió su propio libro, por lo que
existen chilam balames de numerosas poblaciones; entre ellas: Maní, Tizimín,
Chumayel, Kahua, Ixil, Tekax, Nah y Tusik.
Diferentes
textos del Chilam Balam.
Uno de los más
importantes fue el Chilam Balam de Chumayel:
Procede del
pueblo de Chumayel, Yucatán. Fue propiedad del Sr. Obispo Crescencio Carrillo y
Ancona.. Pasó a la Biblioteca Cepeda en Mérida en 1915 de donde fue sustraído
juntamente con otros manuscritos, antes de 1918.
El Chilam
Balam de Tizimín:
Procede de la
villa de Tizimín, Yucatán, y fue hallado allí a mediados del siglo XIX. El
párroco de este lugar lo donó al Obispo Carrillo y Ancona en 1870, quien
originalmente lo llamó Códice Anónimo. Hoy se encuentra en el Museo Nacional de
Antropología (Ciudad de México), en donde se conserva juntamente con el de
Ixil.
La única
traducción completa del Chilam Balam de Tizimín es obra de Maud Worcester
Makemson, quien con el título de The Book of the Jaguar Priest la publicó en
1951.
El Chilam
Balam de Kaua:
Éste
también fue de la colección del Obispo Carrillo y Ancona y formó parte del
grupo de manuscritos que fue extraído de la Biblioteca Cepeda de Mérida, poco
después de haber sido depositado en ella en 1915. No se conoce su actual
paradero. Es tercero en importancia, el más voluminoso sin embargo, con 282
páginas; nunca ha sido totalmente traducido ni publicado. Sólo se le han sacado
copias manuscritas o fotográficas y traducidas algunas de sus recetas médicas
por Roys en 1931.
El Chilam
Balam de Ixil:
Pío Pérez, en
su miscelánea de extractos de Libros de Chilam Balam conocida ahora como
“Códice Pérez”, describe este documento y menciona que el lugar de su
procedencia es el pueblo de Ixil. No se sabe cómo pasó a manos del Obispo
Carrillo y Ancona. Estuvo incluido en el mismo legajo del Libro de Tizimín, se
halla ahora separado de éste en la Biblioteca del Museo Nacional de
Antropología en la ciudad de México. No ha sido traducido, ni publicado, salvo
en pocas copias fotostáticas y manuscritas. Contiene un recetario médico.
El Chilam
Balam de Tekax:
Es semejante
al de Káua, pero mucho más corto, pues solamente contiene 36 páginas. Es
calendárico y médico. Nunca ha sido traducido ni parcialmente. Formó parte de
la Colección de William Gates. Se ignora cual es su paradero. Existen de él
copias fotográficas en algunas bibliotecas.
El Chilam
Balam de Nah:
Procede de
Teabo, Yucatán. Es también del mismo tipo de Káua, con 64 páginas e igualmente
formó parte de la Colección de Gates. El material médico que contiene fue
traducido por Ralph L. Roys al inglés y publicado en 1931. Se ignora dónde para
actualmente.
El Chilam Balam de Tusik:
Fue
descubierto en la aldea de Tusik, Quintana Roo, México, en 1936. Consiste en un
cuaderno de sólo 29 hojas. Contiene algunos textos semejantes a los del Chilam
Balam de Chumayel. Uno de éstos ha servido para cotejar la única copia de
existía en el Chumayel del Lenguaje de Zuyua que se incluye en este libro.
Posiblemente se encuentre aún en Tusik. Ha sido fotografiado, transcrito y
traducido parcialmente, pero no publicado.
Códice Pérez:
Por su
importancia este manuscrito debería ocupar uno de los primeros lugares; es
porque en sí mismo ni es copia hecha por indígenas mayas, ni lo es de un sólo
libro, sino un conjunto de fragmentos de varios, principalmente de los Libros
de Maní (ahora desaparecidos), Ixil y Káua, recopilado por D. Juan Pío Pérez
alrededor del año de 1840. El nombre de Códice Pérez se lo asignó el Obispo
Carrillo y Ancona en 1870. Fue compilado entre 1837 y el siguiente año. Juan
Pío Pérez lo dividió en dos partes que se citan como Pérez I y Pérez II.
MUY BUENO, ME GUSTO, TIENE COLOR Y BUEN GUSTO. ESPERO LO CONSERVEN PARA SU VIDA PROFESIONAL
ResponderEliminarATTE CORAL
NOTA 4.7
Muchas gracias profesor Alfredo, por darnos buenos conocimientos para adquirir buenos aprendizajes.
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